La Ceiba – Árbol Sagrado Maya

Es un árbol gigante: puede alcanzar los 70 metros de alto y 3 metros de diámetro del tronco.

La-Ceiba-Árbol-Sagrado-2

La Ceiba es un árbol venerado y sagrado por diversas culturas prehispánicas en Mesoamérica tales como los mayas, los taínos (Puerto Rico), los quechuas, los pipiles, los nahuas, y en la cultura afrocubana, los yorubas. También es venerado por algunas tribus de Perú, en donde creen que en él viven ciertas deidades de la selva. Es llamado “Ya’axche” en lengua maya y de acuerdo a la cosmovisión indígena, por medio de sus ramas permite la apertura de los trece cielos.

Datos curiosos de la Ceiba:

La-Ceiba-Árbol-Sagrado

1.- Es un árbol gigante: puede alcanzar los 70 metros de alto y 3 metros de diámetro del tronco.

2.- El fruto de la ceiba es muy peculiar, se trata de una vaina que contiene 200 semillas. De estas se extrae una fibra ― kapok― mucho más ligera y fuerte que el algodón. Con ella se hacen almohadas, colchones, chalecos salvavidas, etc

3.- Es el árbol nacional de Guatemala, Puerto Rico y Cuba.

4.- Era sagrado para los mayas. Su altura los hizo creer que sus ramas soportaban a los cielos, mientras que sus profundas raíces eran los medios de comunicación entre el mundo de los vivos y el Inframundo.

Cuenta la famosa leyenda del Popol Vuh, que los dioses creadores sembraron en los cuatro rumbos del cosmos sus respectivas ceibas sagradas: al Este, la ceiba roja; al Oeste, la ceiba negra; al Sur, la ceiba amarilla, y al Norte, la ceiba blanca.

Finalmente sembraron una quinta ceiba al centro de todos estos rumbos, y en sus raíces ubicaron el Xibalbá o Mitnal, que era la morada de los muertos; en su base colocaron el Kab o la tierra que habitamos los seres vivos; y en su fuste y ramas establecieron su morada los dioses; mientras que en la cima de su copa habitaba el origen de todos los dioses en la forma de una magnífica ave Quetzal celestial.

La-Ceiba-Árbol-Sagrado-2

La ceiba significa vida, perpetuidad, grandeza, bondad, fuerza y unión. No hay otra planta que crezca tan alta, que sea tan vistosa, que dé tanta sombra y que reciba tantas ofrendas de su gente, desde flores, miel, algunas monedas y hasta algún animal que acepta con satisfacción, pues representa los poderes mágicos del árbol sagrado de la selva.