La leyenda de Xtabay

La leyenda de Xtabay

Según cuenta varios Yucatecos, se dice que la leyenda de Xtabay se refiere a una mujer hermosa, cuyas apariciones por lo general son en las noches, y esto suele ser en los caminos donde hay cerca un árbol de Ceiba, considerado como un espíritu maligno en forma de mujer que embrujaba a los hombres con cánticos, frases dulces de amor, y los seduce hasta el punto de acabar con la vida de su víctima.

La leyenda de Xtabay

Dos mujeres diferentes.

La historia de Xtabay comienza con dos mujeres del pueblo: Xkeban, cuyo significado en español es prostituta o mujer dada al amor ilícito; y Utz-Colel, que en español significa una dama decente y limpia.
Se cuenta que la Xkeban estaba enferma de pasión, por lo que le entregaba su cuerpo a todo hombre que se lo pidiera. En cambio, Utz-Colel era virtuosa y bondadosa; además, nunca había cometido pecado amoroso.

A pesar de los deslices de Xkeban, esta mujer era de buen corazón, ya que le gustaba de ayudar a los pobres y a los animales; incluso realizaba generosas donaciones con los regalos que le obsequiaban sus amantes. Xkeban tenía un corazón tan grande, su grandeza de alma la llevaba hasta poblados lejanos a donde llegaba para auxiliar al enfermo y se despojaba de las joyas que le daban sus enamorados y hasta de sus finas vestiduras para cubrir la desnudez de los desheredados.

Por su parte, Utz-Colel detestaba a los animales y a los pobres; además, era dura de corazón y fría.

Un día la gente del poblado no vio salir más a Xkeban, por lo que comenzaron a preguntarse qué le había pasado a la joven.

La muerte de Xkeban.

Transcurrieron días y de pronto por todo el pueblo se esparció un fino aroma de flores, un perfume delicado y exquisito que lo invadía todo. Nadie se explicaba de dónde emanaba tan precioso aroma por lo que decidieron buscar lo que los condujo a la casa de Xkeban, a la que hallaron muerta, abandonada, sola.

Pero lo que más sorprendió a los pobladores fue que junto al cuerpo de Xkeban se encontraba varios animales que lo custodiaban, mismo donde brotaba aquel perfume que envolvía al pueblo.

Utz-Colel aseguró que aquel agradable perfume no podía provenir de Xkeban, ya que ella había sido una mujer corrupta y vil, por lo que de su cuerpo solo podría salir pestilencia. Utz-Colel aseguró que aquel olor perfumado debía ser obra de los espíritus malignos, quienes intentaban engañar y provocar a los hombres.

Así mismo, Utz-Colel afirmó que, cuando ella muriese, esparciría un agradable perfume debido a sus virtudes practicadas en vida.

Después de enterrar a Xkeban, su tumba comenzó a impregnar un olor agradable; además, la tierra de la misma se llenó de hermosas flores.

Poco después murió Utz-Colel. A su entierro acudió todo el pueblo que siempre había ponderado sus virtudes, honestidad, recogimiento, cantando y gritando que había muerto virgen y pura.

Para asombro de todas las gentes que la creían buena y recta, comprobaron que a poco de enterrada comenzó a escapar de la tierra floja, todavía, un hedor insoportable, el olor nauseabundo a cadáver putrefacto. Toda la gente se retiró asombrada.

De la tumba de Xkeban nació una hermosa flor llamada xtabentún, tan humilde y bella que se da en forma silvestre en las cercas y caminos, entre las hojas buidas y tersas del agave.

En cambio, de la tumba de Utz-Colel salió una tzacam, que es el nombre del cactus erizado de espinas y de mal olor por ambas cosas, intocable, es la flor que nació sobre la tumba de la Utz-Colel; hermosa sin aroma alguno y a veces de olor desagradable, como era el carácter y la falsa virtud de la Utz-Colel.

El final de Utz-Colel y el origen de Xtabay

Después de convertirse en esta flor, Utz-Colel deseaba la suerte de Xkeban, por lo que decidió entregarse al amor ilícito con los espíritus malignos. De lo que Utz-Coel no se percató es que Xkeban se entregaba a los hombres por amor natural y generoso, mientras que ella lo hacía por malicia e interés.

Con ayuda de los espíritus malignos, Utz-Colel logró regresar al mundo de los vivos cada vez que lo deseara, pero lo hacía convertida en mujer para así engañar a los hombres con amor nefasto, ya que la dureza de su corazón no le permitía otro tipo de amor.